Huertas Urbanas

Los revolucionarios que no tienen huerto,
que dependen del mismo sistema que atacan,
y que producen palabras y balas,
y no comida ni abrigo, son inútiles
Bill Mollison

Permacultura – (Agri)Cultura Permanente

La breve respuesta de “¿qué es la permacultura?”sería el arte de lo posible. El ambientalismo fue llevado a la atención del público en los años 60 con la propuesta de la ‘conservación’—osea la preservación de territorios sin mucha intervención humana.  La permacultura busca ir más allá de eso, hacia las prácticas regenerativas que restauren los sistemas ambientales globales de una manera viva, holística y adaptable a través del tiempo, en vez de simplemente detener la destrucción de pequeñas partes del planeta, y preservarlas como piezas de un museo.
Sabiduría Guarani
Hoy en día, la permacultura es una de las más ricas, vitales y emergentes síntesis del conocimiento humano en su búsqueda de una sociedad justa que “trabaja con la naturaleza, no contra ella.” Es posiblemente la más reciente cristalización del vínculo entre la sabiduría tradicional y la ciencia moderna. Así como hacen nuestros ancestros Guaraníes, la clave es observar cuidadosamente e imitar los patrones de la naturaleza para conocer nuestro entrono y así poder diseñar el hábitat en el cual desearíamos vivir.
Para vivir precisamos de alimentos y la permacultura propone sistemas agrícolas productivos que tengan la diversidad, estabilidad y resistencia de un ecosistema natural. Por ejemplo, los bosques nativos producen servicios ambientales como la purificación del aire, del agua, alimento y hábitat para las especies que residen, pero también resisten y resurgen ante catástrofes naturales (incendios o inundaciones) o artificiales (desmonte o monocultivos). Teniendo eso en cuenta, la permacultura produce una ecología cultivada capaz de generar más alimentos para la gente y animales que la propia naturaleza a su ritmo, sin el factor humano.


Huertas Urbanas
Las ciudades tienen muchas hectáreas de techos y de paredes, quizá mas de lo necesario para terminar con el hambre. No es sustentable que todo se produzca en el campo y nada en la ciudad. Además, los alimentos vienen cada vez más artificiales y procesados y los pocos que se producen orgánicamente vienen caros. En este siglo se acaba el petróleo y así como está planteada la economía—globalizada y con altos costes en transporte y producción—no habrá alimentos en las ciudades apenas duplique su precio el combustible. En ambientes urbanos, como el área metropolitana de Asunción, la permacultura plantea el uso de huertas urbanas.
Curva energética en el tiempo. Hoy se precisan 5 barriles de energía para extraer 1 de petróleo.

Producir alimentos en la casa es sano y también más rico por la frescura que provee. De esta manera, no se colabora con la contaminación que se realiza entre el campo y la ciudad con tantos agroquímicos, combustible para maquinarias agrícolas y transporte. Además los pisos y paredes, en el verano son como lozas radiantes que calientan la ciudad y el interior de las viviendas, utilizando más energía para enfriarnos. Análogamente, el uso de huertas medicinales provee una alternativa más barata, práctica, y sana que la medicina alopática occidental.
En las huertas permaculturales los caminos son curvos, espiralados, ondulantes. Se dice que deben imitar la Naturaleza.
Cultivo de techos, balcones y paredes
Cultivar hortalizas y árboles frutales en edificios de la ciudad depende nada más de querer hacerlo. Las hortalizas no tienen más misterio ni más cuidados que cultivar flores o plantas ornamentales. 
Cultivo de plantas ornamentales…                 Todo eso podría ser comestible.
Cuando se habla de huerta, se pregunta, “¿cuánto espacio hay?”, y entonces hablamos de metros cuadrados de suelo de tierra, pero raras veces se habla de los m2 de paredes y techos. Para cultivar las paredes se le pone una red colgando alambres o tejido metálico y se ponen enredaderas—uvas, calabazas, mburukujá, pepinos, chauchas, arvejas, tomates, etc. —que van trepando.
Muros verdes ayudan a aliviar el calor y podrían proveer alimentos.
El aprovechamiento vertical es importante en espacios reducidos.
Los techos verdes no solo embellecen, sino que aíslan a los edificios, reduciendo así los costos de enfriamiento y calentamiento, como también disminuyen el desagüe pluvial, e incrementan el hábitat para la vida silvestre en las ciudades.

Una forma sencilla para cultivar los techos se mandan enredaderas desde el suelo, por Ej: cerca de una pared hacemos un pozo de 50 x 50 x 50 cm, lo llenamos de basura orgánica mezclada con tierra y con pasto u hojas secas. Una vez lleno ponemos semillas de especies enredaderas y las vamos atando guiándolas hacia el techo. Luego lo invade cubriéndolo y produciendo sin ocupar espacio útil para nosotros y manteniendo la casa fresca.




Es conveniente hacer un parral arriba de la terraza, para tener microclima para la huerta y además tener de donde colgar enredaderas, sin necesidad de mucha altura (2 metros) para desplazarnos sin molestias.

Desde un balcón, azotea, patio o en la repisa de una ventana se pueden producir frutas y hortalizas con macetas y otros tipos de contenedores con agujeros de drenaje. Las frutas y hortalizas que no resistan el frío se pueden llevar a cubierto cuando amenace heladas.


En estos tiempos en que la crisis económica parece imponerse sin tregua, la opción de cultivar nuestros propios productos se impone más como una necesidad que como una preferencia por lo natural. La permacultura es un cambio de actitud que propone convertir problemas en oportunidades positivas y los desechos en recursos, fomentando la diversidad en forma creativa y colaborativa. Para más información sobre la Permacultura en Paraguay, seguínos en FB http://on.fb.me/permaculturapy

*Artículo publicado en la Revista WILD del mes de Agosto del 2011

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